![]() |
Primeras imágenes del Curiosity en la superficie marciana. |
“Bienvenidos a Marte”, ha sido el saludo del director del centro responsable de la misión del Curiosity, Charles Elachi. El robot de la NASA ha protagonizado esta mañana una hazaña sin precedentes en la historia de la exploración planetaria: a las 7.32 (hora peninsular) ha tocado el suelo del planeta rojo superando la arriesgadísima maniobra de descenso. Pocos minutos después han llegado las primeras imágenes al centro de control en el Jet Propulsion Laboratory (California). En blanco y negro y de escasa calidad, han sabido a gloria a las decenas de ingenieros y científicos de la misión, que han explotado en aplausos, vítores, lágrimas, abrazos y euforia generalizada. “Los siete minutos de terror [del descenso] se han convertido en los siete minutos de triunfo”, ha dicho el director científico de la NASA, John Grundsfeld. Mensajes de parte del presidente Obama a través de su asesor científico John Holdren, allí presente junto al director de la NASA, Charles Bolden, y una alegría incontenible en medio de un ambiente festivo en el JPL demuestran el éxito científico y técnico de Estados Unidos, pero también su trascendencia política.
Las primeras imágenes que ha enviado el Curiosity son en blanco
y negro tomadas con una cámara de muy gran angular y se aprecia en
ellas perfectamente el horizonte de Marte en el cráter Gale, en un
entorno rocoso, donde ha llegado el robot, e incluso el perfil de este o
una de sus ruedas en otra de las imágenes. El vehículo tiene que
desplegar sus equipos antes de enviar buenas fotografías en color, lo
que puede tardar varios días. Además, los técnicos ya han avisado de
que, al ser una nave muy compleja, pasarán semanas antes de que empiece
la misión propiamente dicha, tras comprobar exhaustivamente el
funcionamiento de todos sus instrumentos.
Durante el descenso, los siete minutos de terror,
que han sido ocho (los ingenieros ya habían avisado de que podría haber
una variación de un minuto más o menos debido a la variabilidad
atmosférica allí), el centro de control del JPL ha ido recibiendo
señales que confirmaban la entrada en la atmósfera de la nave completa
Mars Science Laboratory, el despliegue del paracaídas, el encendido de
los retrocohetes para aminorar la velocidad y, al final, la operación de
la grúa espacial que ha descolgado unos ocho metros el Curiosity
hasta dejarlo en el suelo. Las sonrisas y los tímidos aplausos en la
sala de control eran suficiente señal de que todo iba bien; no hacía
falta mirar los paneles con los datos técnicos que se iban recibiendo en
la operación transmitida en directo por la NASA a todo el mundo. La
señal de que la grúa espacial se había apartado del Curiosity
(para evitar dañarlo tras la caída) desencadenó los aplausos furiosos de
una treintena de responsables de control de la misión y los científicos
pendientes de su robot.
Artículo completo en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/06/actualidad/1344229345_182656.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario